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Editorial - Félix Guatarri y América Latina: anticuados de la micropolítica, 30 años después de su muerte

Editorial - Félix Guatarri and Latin America: outdated of micropolitcs, 30 years after his death

Editorial - Félix Guatarri e a América Latina: a desatualização dos micropolíticos, 30 anos após sua norte

Con gran entusiasmo, presentamos el más reciente número de la Revista de Filosofía Aurora dedicado al pensamiento de Félix Guatarri (1930-1922), uno de los fundadores de la escuela psicoanalítica conocida como esquizoanálisis. Organizado por los professores Patricio Landaeta (Universidad de Playa Ancha, Chile) y Cristóbal Durán (Universidad de Talca, Chile), bajo el título Félix Guatarri y Latinoamérica: Inactualidades de la micropolítica, a tres décadas de su muerte”, este número busca explorar y celebrar las contribuciones del filósofo francés a la filosofía contemporánea, especialmente sus ideas transformadoras y la potencia de su pensamiento en América Latina (GUATARRI, 1977GUATARRI, Félix. La Révolution Moléculaire. Paris: Fontenay-sous-Bois, 1977.; 1979GUATARRI, Félix. L´inconscient machinique: essais de schizo-analyse. Paris: Fontenay-sous-Bois, 1979.).

En palabras de los organizadores, “de un modo cada vez más frecuente, y con una fuerza creciente, el pensamiento de Félix Guattari comienza a ser reconocido en su singularidad y espesura. Por derecho propio, y no sólo anclado en su decisiva colaboración con Deleuze, este creador salvaje de conceptos -como alguna vez Deleuze se refirió a él- habitó una multitud de territorios. Fue un militante de izquierda decepcionado del comunismo partidista y un psicoanalista desilusionado de la política de la institución psicoanalítica. Ante todo, un analista institucional, tremendamente sensible y cuidadoso al momento de producir diagramas que no sólo diagnosticaban nuestra existencia en sus detalles más ínfimos, sino que nos instaban a seguir otras vías y, sobre todo, a escapar de nosotros mismos, pensando nuestros medios y nuestros pequeños gestos.

Recientemente se han cumplido 30 años de su muerte y precisamente esa razón pareciera bastarse a sí misma. Sin embargo, como debería parecer habitual para un lector de la producción guattariana, toda instancia de reflexión responde, es una respuesta a su afuera. Deleuze habría dicho: “algo violenta, algo fuerza a pensar”. No es sólo por una relación del pensamiento consigo mismo que se piensa - un encuentro con signos, que esbozan toda una semiótica compleja, es lo que nos fuerza en este encuentro. La obra de Guattari se ha vuelto urgente, se ha hecho imperativa desde nuestros distintos sures. Tanto las ramificaciones del desastre ecológico, como las sequías masivas, la deforestación y extinción de especies, o todo lo que el calentamiento global se encuentra en trance de producir, y que evidentemente contempla la imbricación de las tres ecologías afirmada desde los años 1980 por Guattari; la precarización del trabajo y de los modos de existencia asociados a él; el agotamiento cíclico de las formas de organización que podrían dar un nuevo porvenir a las instituciones; el importante ascenso de neofascismos y neoarcaísmos que no dejan de encontrar sus derechos micropolíticos… Todo ello no hace más que reforzar la necesidad de volver sobre los textos de Guattari, para tratar de conmovernos una vez más con lo que ellos nos deparan, con cómo buscan plantear de otro modo los problemas (y un problema bien planteado es ya una solución…).

Desde el psicoanalista heterodoxo y el militante crítico, hasta el pensador radical de la ecosofía y de la coexistencia de territorios existenciales, la escritura de Guattari siempre se quiso implicada en los procesos en los cuales se comprometía. Al poner de relieve una semiótica que desafiaba las codificaciones del lenguaje, Guattari se abría a pensar una disparidad de regímenes de signos, donde se abren vasos comunicantes, pero también divergencias, que dan a nuestra experiencia una nueva complexión. De La revolución molecular hasta Las tres ecologías, pasando por Cartografías esquizoanalíticas y El inconsciente maquínico, su obra estuvo siempre atenta a conectar espacios heterogéneos de producción e interlocución. Entre su práctica heterodoxa en la clínica de La Borde, sus reparos hacia la antipsiquiatría y su énfasis en la triple articulación de una ecología (política, psíquica y social), Guattari creó una infinidad de conceptos, dotados de nexos inauditos: un inconsciente maquínico y productivo, que hace coexistir una diversidad de estratos de subjetivación; el Capitalismo Mundial Integrado (CMI), como una empresa de subsunción vital; los ritornelos; la rostridad; la heterogénesis; el esquizoanálisis; cartografías y diagramas, y un largo etcétera.

Es evidente que la obra de Guattari ha persistido luego de su muerte. En muchos sentidos, su pensamiento se ha seguido escribiendo. No solo sus escritos han sido publicados en muchas lenguas y su archivo resguardado en el Institut Mémoires de l'édition contemporaine (IMEC), Francia, ha permitido la publicación de materiales inéditos, donde encontramos no solo textos teóricos, sino su incursión en poesía y dramaturgia. También tendríamos que decir que su obra se ha prolongado en otras escrituras y pensamientos. Basta con pensar en la conexión que existe entre sus trabajos de los años 1980 sobre el CMI y las reflexiones contenidas en Empire, de Negri y Hardt. Podríamos incluso sostener que Guattari se transformó en un lugar desde el cual pensar. Su influencia fue enorme en el psicoanálisis grupal e institucional, donde el concepto de “transversalidad” se hizo eco. Su forma de articular la inmanencia del deseo y el campo social no ha dejado indiferente a una pensadora comprometida como Suely Rolnik, ni qué decir del impacto y de los alcances que sus reflexiones sobre las relaciones entre las formas de vida, los microfascismos y el estado actual del capitalismo han alcanzado en teóricos como Franco “Bifo” Berardi, Maurizio Lazzarato o Peter Pál Pelbart. Pero estamos lejos de reducir sus contribuciones a una lista de autoras y autores. Sin duda, ha sido decisiva su influencia en distintos grupos de activistas e investigadores militantes a lo largo de todo el planeta, desde grupos ligados a la ecología política y la salud mental, como a quienes se preocupan por las luchas políticas actuales.

El caso de Latinoamérica es especialmente importante en este sentido. Su interés por los procesos de reorganización política, posteriores a los terribles regímenes dictatoriales que tuvieron lugar en la mayor parte de la región, marcaron la exigencia de encontrar recursos, no solo para comprender con excepcional sensibilidad la naturaleza heterogénea de dichos procesos -que entremezclaban la política de las grandes relaciones de poder y los laberintos hormigueantes de una micropolítica-, sino que le permitieron evaluar aspectos decisivos del capitalismo mundial que se articulaba con una nueva sensibilidad bajo la égida del neoliberalismo. Su interés por Brasil, que visitó y recorrió repetidas veces, su vínculo con Chile, su gran influencia sobre muchos lectores argentinos hizo que el influjo de su pensamiento se hiciera patente en pleno proceso de los auges dictatoriales en el sur del continente. La traducción llevada a cabo por Suely Rolnik, a principios de la década de 1980, puso en comunicación a Guattari con las producciones de subjetividad en Latinoamérica. Las reuniones y discusiones que tendría con militantes sindicalistas, miembros de organizaciones de trabajadores, artistas y con personajes del entorno psiquiátrico y psicoanalítico, tanto en Chile como en Brasil, durante los años 80 y 90, no solo permitieron una intelección afectiva de los procesos en curso, sino que dejaron una huella patente en su comprensión de las amenazas en ciernes, pero también en los mundos posibles y los nuevos universos de referencia, que se forjaban a partir del trabajo colectivo.

Guattari veía en Latinoamérica un laboratorio privilegiado para explorar los procesos de producción de subjetividad en el CMI en distintos dominios -no hay que olvidar su primera visita a México se concreta tempranamente en 1978-. El CMI, basado en la capitalización de la subjetividad, se transformaba en un concepto excepcional para entender las capturas del deseo, de los territorios existenciales y del cuerpo social, y la degradación del medio ambiente. En esa misma medida, Latinoamérica le parecía un terreno en el cual explorar las chances de las distintas revoluciones moleculares, que, mediante una heterogénesis de los valores y de una transformación en los procesos de producción de subjetividad, aspiren a inventar una nueva ecología social y mental, atenta a las microprácticas de todo tipo.

En la actualidad se hace necesario socializar, discutir sus textos, lo que ellos nos dejan, cómo los sentimos hoy y, sobre todo, qué podemos hacer con ellos en el presente. Se hace necesario una y otra vez volver a ellos, y a las prácticas que imaginan y que permiten abrir vías para reformar territorios existenciales y desesclerotizar los pequeños gestos que delinean a unos microfascismos que se cuelan en nuestros encuentros. No podemos dejar de recordar cómo en nuestro continente las herramientas guattarianas se infiltraron incluso en sus antípodas más evidentes, para intentar hacernos creer que la revolución molecular era un plan secreto de la izquierda radical para destruir las democracias, tal como afirmó el derechista expresidente colombiano Álvaro Uribe en 2021.

El presente dossier es una invitación a dar lectura a posibles inquietudes que reactiven el legado de los conceptos y de la práctica de Félix Guattari, acentuando su potencia para el análisis y comprensión de nuestras coexistencias. El foco de atención está puesto con un especial énfasis en Latinoamérica, donde Guattari veía las posibilidades abiertas para restaurar el hilo tensado entre psique, socius y medio, como modo de producir y liberar la alteridad y “refundar lo político”, destacando la potencia creativa de los pueblos oprimidos, guetos y minorías. Las distintas voces que aquí se dan cita sin duda contribuirán a reactivar el fructífero diálogo de Guattari con el continente y, por qué no, a relanzar su llamado a reapropiarse colectivamente de las máquinas que modulan nuestra existencia”.

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La Revista de Filosofia Aurora agradece nuevamente a los organizadores de este número, la colaboración de los autores y el trabajo constante de los evaluadores. Celebrando el primer año de indexación en SciELO, expresa, por último, el deseo de una excelente lectura para la comunidad filosófica.

Prof. Dr. Léo Peruzzo Júnior - PUCPR
Prof. Dr. Jelson Oliveira - PUCPR
Editores-chefe

Referencia

  • GUATARRI, Félix. La Révolution Moléculaire. Paris: Fontenay-sous-Bois, 1977.
  • GUATARRI, Félix. L´inconscient machinique: essais de schizo-analyse. Paris: Fontenay-sous-Bois, 1979.

Fechas de Publicación

  • Publicación en esta colección
    08 Mar 2024
  • Fecha del número
    2024

Histórico

  • Recibido
    31 Ene 2024
  • Acepto
    31 Ene 2024
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